Hoy es un día de madrugar, tenemos que estar a las 10:00 en Varsovia porque Eugenia me ha obsequiado con una excursión sorpresa.
Aunque
la distancia es de 297 kms. según internet y nos han informado son 4
horas, al parecer de autopista, resulta raro, pero es muy normal que
estas dos ciudades estén comunicadas por autopista, maxime teniendo en
cuenta la que hay en Cracovia.
Desayuno en la habitación a las 5:30 para salir a las 6 y que nos dé tiempo.
Hemos
salido puntuales y la mañana pinta regular. Lo primero es que hay
niebla, no me apetece pero es lo que hay. En la salida me confundo y me
meto por un subterráneo que es solo para tranvías (y con niebla), la
primera idea es dar la vuelta pero no es razonable. Después pienso que
tampoco pasa nada, si no nos ve nadie y como son las 6 de la mañana es
poco probable. Y la última angustia: no tengo ni idea si los tranvías
funcionaran por la derecha o la izquierda, esperemos que sea por la
derecha, porque no me apetecería nada encontrarme uno de frente y sin
saber donde meterme. Han sido unos me el dtros de intranquilidad, poco
rato, pero al final salimos y puedo doblar a la izquierda para circular
por donde todo el mundo.
Lo raro es que salimos de Cracovia y
la supuesta autopista "estará más adelante" (pienso) pero no aparece
por ningún lado y los indicadores y el navegador me confirman que voy
bien. En una carretera urbana con sus semáforos, pasos de cebra, y
límites de 70 o 50 constantes. No sé, 30, 40 kms así. Esto no pinta
bien, al final empiezan aparecer algunos tramos despoblados y rectos con
un límite de 90, pero enseguida aparecen los pasos de cebra con su 70.
km
Por fin aparece la autopista, pero por poco rato, 5 o 10 kms. y el límite 120 no los 140 del primer día.
A
unos 100 kms de Varsovia, o menos, vuelve a aparecer doble carril (no
autopista, aunque lo parece) y tienen la particularidad de que tienen
semaforos y vehiculos que pueden cruzar por la izquierda.
En fin, nada recomendable para ir ligero.
En
definitiva hay algo de autopistas pero es cierto que se tarda bastante,
al final han sido 3,30 hrs. que está muy bien pero más de lo que
imaginaba.
Por lo menos la entrada en Varsovia
es la más fácil de todos los tiempos es siempre recto y al final llegas a
la puerta del hotel.
Cuando hemos llegado solo he visto una
moto en la acerca y prefiero no subirla, así que en la zona de carga y
descarga del hotel he cogido una esquinita que a nadie molesta y allí se
queda.
La bajada ha sido de las cosas más
impresionantes, para mi, que me han pasado en la vida. Como cuando paras
hay que empezar a sacar cosas y te tienes que organizar mucho me pongo a
ello y de repente me encuentro dos caras preciosas y sonrientes que me
miran. Se me ha puesto un nudo en el estomago y las he abrazado para no
echarme a llorar, son Marta y Cristina.
No hay palabras,
Cristina viene de la India a pasar el fin de semana, y Marta de
Bruselas. Creo que no se puede nadie sentir más halagado, así que solo
queda decir que os QUIERO y GRACIAS.
- VARSOVIA
El hotel
Polonia está bien y es inmenso, lo cual está muy bien porque como en el
desayuno no controlan nada hemos tomado un redesasyuno que apetecía y
sobretodo por dejarlas acabar el suyo y charlar un rato.
Varsovia
es una ciudad limpia, amplia y moderna. Tiene unas avenidas
impresionantes, por lo menos la destrucción total de la Segunda Guerra
Mundial parece que les ha permitido y han planeado amplitud por todas
partes.
El casco antiguo es agradable y aunque se lo
destruyeron todo tiene mucha vida y merece la pena conocerse. Además hoy
es domingo de gloria y hay un trasiego en todas las iglesias
impresionante. Tienen la costumbre de llevar unas cestas con comida que
se llevan a bendecir y se comen al día siguiente.
Se ve por todas partes que es un país muy religioso, ya veremos cuanto les dura.
A
la hora de comes hemos quedado con Fernanda y una amiga suya de aquí.
Da la casualidad de que este fin de semana estaba libre y se ha venido
de Viena a visitarla, así que perfecto.
Primero quería que
quedasemos después de comer y por suerte han aceptado nuestra invitación
a comer juntos con la única condición de que el sitio lo debía decidir
su amiga, que para algo es local.
El sitio ha estado muy bien, lo único que las cantidades de todo han sido excesivas pero... "por mucho trigo nunca es mal año"
En
la tarde hemos intentado visitar el Museo del Levantamiento que parece
ser muy interesante, aunque duro. El problema es que hoy y mañana aquí
es fiesta muy importante (Semana Santa) y cierra todo, tendrá que ser en
otro viaje.
Después hemos cogido un taxi para
ir al Parque Royal, es un parque preciso, muy amplio y tiene una
escultura dedicada a Chopen, además de varios palacios, estanques y esta
muy cuidado. Es sitio perfecto para correr, pero no debe haber mucha
afición porque hemos visto poquisimos corredores.
La
vuelta ha tenido su punto de incertidumbre, primero hemos intentado
alquilar unas bicicletas para volver al centro y con tanta tecnología y
máquinitas automáticas nada que hacer. Luego, al no encontrar taxi hemos
optado por intentar el autobus, el primer intento de información a uno
de los conductores, ruina total, ni caso y como si estuviese enfadado.
En cambio el segundo nos ha indicado el número de debíamos coger y
cuando ha visto que nos ibamos al revés nos ha avisado con el claxon
para que volvieramos y redirigirnos a la parada más cercana. La teoría
se confirma: "en el mundo hay muy buena gente"
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