sábado, 14 de junio de 2014

19-LLEGADA A CABO NORTE (07/06/2014)

El día empezó muy bien en el Hotel Kultahippu  de Ivalo, tal y como me propusieron, me habían dejado el desayuno en la puerta.
Lo que no sabía es que esa sería toda mi comida para las siguientes 14 horas.
Tomé un sandwich, yogurt,...  y reserve otro sanwich y un zumito para la excursión que quería hacer en Cabo Norte.

La mañana empezó perfecta un poco de fresco que apetecía después del carlor en Rovaneimi y una carretera siniuosa, con algo de lluvia y bordeando el lago de Ivalo. Este ha sido el primer contacto con los lagos Finlandeses porque al tener tanto arbolado casi no se ven. Aquí como la vegetación es menor y la carretera discurre por el borde es perfecto.
Después, cuando se toma el desvío para Cabo Norte cambia todo y es una carretera algo estrecha y un continuo tobogan. Como ambas son muy solitarias, por primera vez se puede rodar sin la obsesión de los límites de velocidad.
Conforme se acerca el destino cambia todo el panorama y la vegetación va siendo muy escasa, se puede rodar a placer, si no fuera por los renos, que pueden salir en cualquier momento, lo cual hace que ruedes más pendiente de las cunetas que de la carretera. Aunque son bastante pequeños mejor no comerse uno de estos "terneritos" crudo.


La temperatura baja un poco más, ya ronda los 5º y empiezan los tuneles. Sobretodo el primero impresiona. En primer lugar tienen como una gran puerta de entrada girada para hacer una pequeña chicane. La temperatura baja algo, el suelo húmedo, el túnel negro de roca en bruto y la iluminación "a mala leche" (para poner eso mejor a oscuras) porque te deslumbra y encima los faros tampoco ayudan gran cosa. 
Con ese panorama la solución es fácil hay que ir "despacito".
De todas formas los trazados y los firmes son muy buenos, me llama la atención que esto sea "LA GRAN AVENTURA" para mi lo que tiene es que está lejos, pero nada más. En cuanto a paisajes, sensaciones,... ya es otra cosa.
Camping
Voy primero a el camping que está más cerca del destino para alquilar una cabaña, dejo los trastos y como ya es la hora de comer pregunto y me indican que en una habitación de al lado de la recepción. Perfecto, comeré algo y me voy al destino final.
Lo que yo creía era un restaurante, no lo es. Simplemente es una habitación con cocina para que te hagas lo que quieras, por suerte, o por desgracia llevo el sandwinch y el zumo de pera. Luego ya comeré algo más contundente.
Ahora quedan los 12 últimos kilómetros, en la entrada a Cabo Norte me atiende una señorita catalana, lo cual se agradece y ya tengo la entrada para 48 horas.


 Vamos a ver la famosa bola para hacerme la foto de rigor, no es que me parezca importante pero la norma es la norma. La bola es chiquita y algo cutre pero esa es la trampa que nos hace la percepción cuando vemos algo que se admira. El cerebro lo agranda.
Es bonito, aunque se le haga menos caso las figuras realizadas por niños de todo el mundo como un signo de unión, solidaridad,... y, poco más, dentro bastante show para acoger a los miles de "busca records" que vamos por distintos medios, sobretodo supongo, los de los barcos que lo hacen en plan "veni, vidi, vinci", pero que más da si cada uno consigue su trocito de placer. Eso es lo que importa.
La verdad, es que no estuve más de media hora y además un señor aleman, de muy buena voluntad se empeños en hacerme unas fotos para mi recuerdo, en vez de poner mi tripode de 0.89 € y hacermela yo mismo.
 










 En resumen, esto es subir a Cabo Norte:


 Y por supuesto, no os creáis todo lo que leáis. Lo de la velocidad máxima es mentira. Pero eso es otra historia, además la moto viene limitada en velocidad máxima.





  •  RUTA A CABO KNIVSEJLODSEN
Retrocediendo en el camino, y ya fuera del recinto está a pocos kilometros el aparcamiento que inicia la ruta al real Cabo Norte que se llama Knivsjelodsen.
Me fuí para allá y al bajar llegaba un holandés joven que decía que llegaba muerto porque habían sido 7 horas de caminata. Me extraño y tampoco lo hice mucho caso, en ese momento pensaba en 8 kilometros de ruta.,












Así que sin comida ni bebida salí para darme el paseito. Para empezar, mucha nieve y blanda, es muy duro pero como me fascina andar por la nieve, no hay problema. Poco a poco empecé a comprobar que la ruta que llevaba guardada de wikilock parecía alargarse y al mirarla más detenidamente resulta que la distancia era solo ida, a, y demás como está en pleno deshielo, a parte de rodeos, acabas mojandote los pies y hundiendote, después de la nieve en el barro, y si no terreno de piedras incómodo.
Por fin, después de 6 kilometros y tras una bajada potente llegas a una playa de piedra y piensas "esto no va a ser para tanto". ¡Falso! todavía quedan 2 kilómetros hasta el final por un terreno de graníto en pendiente constante y con intervalos de cantos rodados que deben ser de un antiguo glaciar por lo grandes y la zona. 
 Por fin conseguí llegar, fotos, disfrute de la zona y vuelta para atrás.
La vuela se complicó algo, en primer lugar me caí, por segunda vez, y la verdad es que me asusté. Cuando te caes con el traje de la moto vas tan protegido que no te haces daño. El problema fue que me dí un buen golope en la mano derecha y lo primero que pensé es que se podía haber roto algo. Por suerte, falsa alarma, solo sangre y el dedo gordo magullado.
Y eso fue lo mejor porque la vuelta se las trajo, aviso: HAY QUE LLEVAR COMIDA Y BEBIDA en marchas largas, y como no llevaba lo pasé mal. 
La ventaja es que cuando llegas a la moto se te pasa, casi, el cansancio te subes encima y a buscar algo para comer.
A todas estás habían sido 7 horas de marcha,  por suerte y gracias al sol de medianoche aunque eran las 9.30 la luz como si fuese media tarde, o mejor dicho media lo que sea porque al final había niebla y podría haber sido cualquier hora.
Por la hora pensé que la única garantía de comer algo era en Cabo Norte, terminan a la 1 de la madrugada. 
Y fue, casi así, quería comer algo en condiciones pero el restaurante cierra a las 10 y yo llegué 5 minutos antes. Al menos en la cafetería pude tomar un sandwich de salmón y una cerveza. Lo curioso es que los dos camareros son españoles. ¿Será una invasión?
Niebla de medianoche (12:00)
Me lo tomé con calma y después de ver el espectaculo de cine a las 12 opté por irme a dormir. Por suerte el día empeoró y la niebla no permitía ver casi nada. Así no tuve que esperarme 1 hora más para ver el auténtico sol de media noche, y casi seguro que me habría quedado aunque sea un tema que no me interese demasiado pero los protocolos hay que cumplirlos.

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