sábado, 14 de junio de 2014

18-HELSINKI - ROVANEIMI IVALO(06/06/2014)

La salida para Rovaniemi, o donde sea, fue alrededor de las 5, aunque el desayuno fue a las 4 y algo que era la hora de apertura. Esto si es madrugar, y encima había gente. Lo único que despista es que como es de día cuesta procesarlo.
La subida fue un poco monótona pero no tan aburrida como comentan todos los que la han hecho. Lo único que me decdpcionó un poco es no ver lagos. Creo que tienen en torno a 180.000 y viendo el gps es todo un queso gruyer, el fallo está en que tienen muchisima vegetación y continua con lo que se cuumple el dicho de que "los arboles no dejan ver el...  lago". 
La carretera es recta y todo el tiempo manteniendo el límite permitido para no tener problemas.
Lo primero raro que experimenté fue la temperatura, empecé en 18º aunque la previsión era de unos 9 por debajo y lo "malo" no es eso sino que se mantuvo y a lo largo de estos 800 kilometros lo único que hizo es subir.
Entrando en Rovaniemi llego a marcara 30º, y yo pensando en que estaríamos 10 grados por debajo. Al parar me quite todo lo que pude y abrí las tomas de aire del traje por que era bastante insoportable.
Casa de Papá Noel
Después de dar una vuelta de mosqueo conseguí llegar la CASA DE PAPA NOEL. Ya eran en torno a las 3,30 y no había comido nada así que lo primero a repostar.
El sitio es un parque temático un poco cutre y por lo menos casi desierto ese día. Conseguí comer lo único que había, un sandwich con agua y mientras me dedique a escribir postales para los más peques y algunos no tanto, pero eso de poder decidir que se la envíen en navidades me pareció una buena cosa. Esperemos que lleguen.
Cuando acabé y camino de la moto encontré a un grupo haciendose fotos en una raya blanca que ya había visto antes sin hacerle el más mínimo caso. Mira por donde que es la línea que marca el círculo polar ártico. Así que, como no, me hice las fotos de rigor. La verdad es que me llamó la atención un poste con las distancias a medio mundo.
Como ya no tenía nada que hacer 

 







Continué "un rato más" hasta Ivalo, así redondeaba ese día los 1.150 kilometros y eso ganado para el próximo día, el del asalto final.
Paré en el Hotel Kultahippu, que es muy sencillo (75 €) pero aceptable y lo que me encantó fue la cena. Primero un sol de media tarde a las 10 de la noche y segundo que me pedí la especialidad que es  el pescado del Lago Ivali, un acierto, buenisimo. Luego un postre rico pero algo menos con una fruta que solo existe en estas latitudes y se llama cloud berry (no tiene ni traducción a nuestra lengua).
Uno de los problemas que me resolvieron sobre la marcha fue el tema del desayuno ya que empieza a las 8 y para mi eso es tardísimo.
Me propusieron prepararme una bandeja con el desayuno y tomarlo en la habitación.
Me fui a la cama dudando de si desayunaría o no pero es lo que hay.












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