A las 9:30 salimos para hacer la excursión que habíamos contratado.
Lo
primero que se visita es el museo glaciar (único junto con otro que hay
en El Calafate) y la verdad es que está muy bien, didáctico y
pequeñito, con un audio visual muy bueno.
En cuanto a la
visita a los dos glaciares (Supphellebreen y Boyabreen), muy flojita, estos tienen su innegable
atractivo pero con el tema del retroceso de los mismos tampoco se ve
gran cosa, aunque algo siempre impresiona.
De hecho, estuvimos discutiendo bastante rato sobre si era o no un glaciar. Yo opinaba que no lo es, por lo menos desde la zona en la que lo vimos. Es la imagen de la izquierda.
Otro tema sería si se sube a la parte alta, supongo que allí se verá el glaciar y se comprenderá que, aunque en retirada, es un glaciar pero desde abajo marece un gran nevero.
De todas
maneras en eso se nos fué la mañana y cuando llegamos de vuelta eran ya
alrededor de las 3:00, compramos algo de comida para la cena y fuimos a
dejarla a la cabaña.
Zdenca nos gestionó el tema de la
excursión y como no había plazas para salir con la gente de allí nos
reservó para el más bonito de los glaciares de la zona, y debe ser
cierto porque coincide con lo que dice la guía de Noruega.
Esta
zona está encajada por ambos lados en el fiordo así que tampoco parecía
haber muchas opciones hasta la hora de la cena, pero encontré en
wikiloc un paseo de unos 8 kilómetros que sale del hotel Mundal (el que
están reformando), nos fuimos para allá y el camino sorprende por lo
agradable y bonito.
Con sol y al final salio hasta el arco
iris. Hicimos algo más de lo previsto porque daba la impresión de que el
camino se acabaría "en cualquier momento" y seguí un poco, más un poco
más, hasta que vi que ya sería demasiado. Total que casi hacemos 10
kilómetros.
Antes de volver una foto curiosa, resulta que de este "Pueblo de los Libros" que es un paraiso para los bibliófilos por sus tiendas de libros de segunda mano.Así que lo que nos llamó en la parada de autobús es que existiese una pequeña estantería para acceder a ellas libremente.
De vuelta, picnick en la cabaña y a prepararse para mañana que la excursión que nos han contratado tiene muy buena pinta.
Aquí tenéis nuestra cabaña y una vista del camping
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